Los cultos mistéricos antiguos
¡Buenas! ¡Muy feliz 2022!
Espero sinceramente que este nuevo año te traiga salud, trabajo y alegría a partes iguales. Y también me alegraré de que continúes siguiéndome, si es que los contenidos que te ofrezco continuan siendo de tu agrado. Espero que sí.
Hay una sorpresa grande en lo que respecta a la biblioteca escarlata: ¡se va a convertir en un podcast! En muy poquito tiempo te avisaré de los nuevos contenidos en ese formato que se publicarán en la plataforma de Radio Viajera. Ya te daré todas las indicaciones para que puedas seguirlo. Y muchas gracias a Ricardo Dómine, seguidor de este boletín, que ha sido quien me ha convencido y apoyado para llevar adelante esta iniciativa ¡muchas gracias!
Y vamos ya con el tema de esta semana, un poco de paganismo: las religiones mistéricas. Abrimos las puertas de la biblioteca escarlata. Adelante...
Los cultos mistéricos
Cuando nos referimos a cultos mistéricos, estamos hablando de una serie de corrientes religiosas originarias de la zona de influencia de Grecia y Roma en la Antigüedad. Aunque formalmente son diferentes y cada una tiene sus características, todas ellas coinciden en un punto central y clave: para ser miembro de la comunidad has de superar un rito de paso o iniciático, tras el cual recibes un conocimiento secreto que se transmite de forma oral y que se conoce como “misterio”. De ahí precisamente deriva el término “mistérico” que define a estas prácticas religiosas.
Los cultos mistéricos supusieron una opción religiosa importante para los pueblos del Mediterráneo. Era relativamente fácil acceder a ellos y como recompensa, no solo se obtenía una cierta sabiduría (pues te transmitían el “misterio”) sino que se aseguraba además la vida eterna. Y esa promesa era bastante atractiva pues, por ejemplo, el Hades griego era un lugar bastante lúgubre donde pasar la eternidad.
El culto eleusino
Hubo muchos tipos de cultos mistéricos, pero quizá el más difundido fue el culto eleusino. Su nombre deriva de Eleusis, una comunidad a unos 25 km. de Atenas y cuyo culto giraba en torno al mito de Démeter y Perséfone, deidades relacionadas con las estaciones del año y con el inframundo. Allí Perséfone acudía periódicamente los inviernos tras haberse casado con Hades, señor del mundo de los muertos. Las iniciaciones eleusinas tenían dos estadios: los misterios menores celebrados en Agrai y los misterios mayores celebrados en Eleusis; los rituales se centraban en la muerte y la resurrección. Los misterios menores preparaban a los futuros iniciados y se celebraban probablemente en el solsticio de verano, mientras que los mayores servían para la iniciación definitiva. Los segundos tenían lugar en el solsticio de invierno, tras una larga celebración de nueve días, con diversas procesiones, holocaustos de animales además de un ritual que se conocía con el nombre de la “noche de las antorchas”. Eso sí, todos estos rituales y celebraciones tenían un carácter secreto, y los miembros de la comunidad tenían prohibido revelar los conocimientos que habían adquirido en los mismos.
Cibeles
La veneración a Cibeles era otro de los cultos mistéricos. Cibeles no es una diosa grecorromana en origen, sino que se remonta atrás en el tiempo y se trata de una deidad tracia, que era adorada en Anatolia, junto a su amante Atis. Su nombre original era Kibele y era la diosa de la madre tierra. Su lugar de devoción era la ciudad de Pesinunte, donde se la adoraba rindiendo tributo a una piedra negra que simbolizaba la Tierra. Su culto se expandió por el Mediterráneo donde fue absorbido por los griegos, que la asimilaron a su diosa Rea, y después fue adoptada por los romanos, configurando así a la diosa Cibeles como “Magna Mater” o gran madre. El culto a la diosa se extendió hasta la llegada del Imperio Romano. Su principal festividad era conocida como Megalesia, en la cual la diosa estaba representada por una escultura en el templo y sus oficiantes eran sacerdotes castrados de oriente a los que denominaban galli. La autocastración a la que se sometían tenía lugar en el “día de la sangre”, celebración de Atis, el esposo de Cibeles, cuyo trágico final implicó su castración y suicidio. En las celebraciones de Cibeles, los sacerdotes sacaban a la diosa en procesión y se sacrificaban toros, en la celebración conocida como taurobolio, en la que los participantes bebían su sangre.
Mitraismo
El otro gran culto mistérico proviene de Persia y es el conocido como Mitraísmo. Esta práctica religiosa tiene origen iranio y se extendió por todo el Imperio Romano a partir del siglo I d.C. Mitra es un dios solar, cuya festividad se celebraba el 25 de diciembre, junto con otras deidades del panteón romano vinculadas también al Sol. La representación más conocida de Mitra es la llamada tauroctonía en la que el dios apuñala al toro en el cuello y de su sangre beben un perro y una serpiente, mientras un escorpión pellizca los testículos de la res. Esta imagen arquetípica podría tener una explicación astrológica según algunas teorías, pues todos sus elementos están vinculados con las constelaciones. Esta religión se practicaba en pequeños grupos que no superaban la cincuentena, y la comunidad se reunía en un lugar subterráneo conocido como mitreo, bajo una bóveda con las estrellas pintadas en ella. Este culto, tras la iniciación, tenía siete grados jerárquicos, vinculados cada uno de ellos a un planeta. Pese a su gran expansión a lo largo y ancho de los dominios romanos y de haber llegado a ser religión oficial y competido con el cristianismo, este culto desapareció radicalmente a partir de la instauración oficial del Cristianismo. De hecho, se sostiene que el credo cristiano tomó muchos de los elementos del Mitraísmo para atraer a sus adeptos a la nueva religión.
El culto a Isis
Isis es la única deidad antropomorfa importada directamente desde Egipto en el Imperio Romano. No se trata de la diosa tradicional del famoso mito de Osiris, sino que es una deidad con caracteres griegos y adorada en diversas formas: Isis Reina, Isis Panthea o Isis Invicta, con atributos de realeza, universalidad o victoria. Se trataba de una diosa salvadora, benéfica, consoladora y protectora, pero sobre todo era una diosa materna. Y aquí viene un elemento clave para la iconografía cristiana: Isis representada con su hijo en brazos es un antecedente claro de las posteriores representaciones de la Virgen María con el Niño Jesús. Sabemos también que el culto a Isis era mistérico, por lo que no sabemos exactamente el desarrollo de esta religión.
Reflexiones finales
El hecho de que los cultos mistéricos se propagaran de forma oral implicó que se perdiera su memoria en su práctica totalidad. Solo los vestigios arqueológicos, las representaciones artísticas y los testimonios de sus contemporáneos nos han permitido hoy día poder tener una idea de qué pudieron suponer estas religiones en la Antigüedad.
Alguna otra pista nos ha llegado de los cultos órficos (otra religión mistérica) en cuyos ritos de paso sabemos que que se escuchaba la música de una lira (la que supuestamente tocaba Orfeo) y se le revelaban al recién iniciado los nombres secretos de Dios, los cuales no podían desvelarse a cualquiera y debían atesorarse para uno mismo.
Libros recomendados
El texto de este boletín esta extraído de mi libro El Tarot de Mantegna y la sabiduría arcana del Renacimiento, en cuya primera parte hablo de los cultos mistéricos y su posible influencia en la configuración de las cartas del Tarot en el Renacimiento. Si te interesa el tema, te dejo el siguiente enlace:
Tienda - Jot Down Cultural Magazine - El Tarot de Mantegna — www.jotdown.es El Renacimiento fue sin duda un período apasionante para el desarrollo de Occidente, en el que siempre se destacan los avances en las Artes y las Ciencias. Pero esto no podría haber sido así si no fuera por el pensamiento mágico que afloró en esa época. Pedro Ortega nos habla de cómo florecieron en la Italia del siglo XV disciplinas como la astrología, la alquimia, la Cábala, la magia natural, la
También te dejo otra referencia: Cultos mistéricos antiguos del profesor Walter Burkert. El libro recopila una serie de conferencias dictadas por Burkert en la Universidad de Harvard en el año 1982. En ellas el profesor trata de abrir una visión sobre estos cultos y dar pie a la reflexión en torno a ellos. Los cultos aquí tratados son los misterios de Eleusis, los dionisíacos, los de Démeter, Isis y Mitra, que provienen de Asia Menor y que, en algún caso, fueron adoptados ya en la Grecia clásica, aunque su difusión fue a través del mundo helenístico mediterráneo para llegar hasta el Imperio Romano, donde alcanzaron su mayor difusión.
El profesor Burkert establece una comparación entre estos cinco credos y va poniendo de relieve sus semejanzas y diferencias. Trata de acercarse a través de las fuentes escritas y arqueológicas a unas prácticas en las que el secreto era su más pura esencia.
Aquí tienes el lenlace si quieres profundizar más en el tema:
Editorial Trotta Cultos mistéricos antiguos | Walter Burkert | 978-84-9879-683-4 — www.trotta.es Editorial Trotta - Cultos mistéricos antiguos ;Walter Burkert; Adoptando un acercamiento «decididamente pagano», que abandona desde un principio el concepto de «religiones» mistéricas, la presente obra quiere esbozar una fenomenología comparada de los cultos mistéricos de la Antigüedad. En la época precristiana, las diversas formas de culto, incluidos dioses nuevos y extranjeros en general, y la institución de los misterios en particular, nunca fueron excluyentes; aparecen como variantes, corrientes u opciones diversas dentro del conglomerado único, dispar y sin embargo homogéneo de la religión antigua. El análisis de Walter Burkert se centra en cinco de estas formas: los misterios de Eleusis, los misterios dionisiacos, los de Méter, Isis y Mitra. Fruto de un ciclo de conferencias, las documentadas interpretaciones de Burkert transmiten de forma clara, atractiva y rigurosa «la experiencia extraordinaria» encarnada en los misterios.
Noticias
Comienzo el año con una alegría: mi libro Crónicas del Madrid secreto ¡acaba de llegar a su segunda edición!
La revista Mercurio también se ha hecho eco del libro de las Crónicas del Madrid secreto y ha incluido la reseña en la lista de libros de la pasada semana. Una reseña muy positiva que me llena de orgullo. Aquí va el enlace, por si la quieres leer:
Libros de la semana #42 - Revista Mercurio — www.revistamercurio.es Recomendaciones y reseñas de libros de la redacción de Mercurio: Pasolini, Rothman & Feinberg, Ortega y Cheng.
Y si no sabes qué regalar en Reyes, no estaría mal que escogieras estas Crónicas del Madrid secreto. Es solo una idea...
Y ya nos despedimos...
En breve tendrás noticias mías sobre el podcast de la biblioteca escarlata, que espero sea de tu agrado. Mientras tanto, si eres usuario de Instagram no dejes de seguirme en mis dos cuentas:
@Pedroortegainfo
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Cualquier propuesta que tengas o error que veas, ya sabes, me escribes y tratamos de mejorar. Y por supuesto te invito a que me propongas nuevos temas misteriosos y buscamos información.
Aquí nos encontramos la próxima semana.
Un abrazo,
Pedro Ortega.