Mediums madrileñas
Algunos casos recogidos en la revista "Lo maravilloso"
Nos dirigimos a la Hemeroteca Municipal de Madrid para conocer cuatro casos de espiritismo en la Villa y Corte en los primeros años del siglo XX. Los encontramos en diversos artículos publicados en los primeros números de la revista madrileña titulada Lo maravilloso de periodicidad mensual que se empezó a editar en Madrid en el año 1909. La sede de esta revista se encontraba en la Calle San Bernardo número 19.
En la portada de la revista se podían leer sus temas principales: hipnotismo, telepatía, espiritismo y espiritualismo científico. La mayoría de los contenidos eran traducciones de publicaciones extranjeras, sobre todo francesas.
Al leer sus primeros números hallamos historias tan curiosas como la vinculación de Víctor Hugo con el espiritismo y con supuestas apariciones de Juana de Arco en aquella época.
Comencemos con los con los dos primeros casos de médiums madrileñas que publica la revista en 1909. Se trata de dos hermanas las cuales poseían ambas la capacidad de la mediumnidad. De la primera se dice que era una persona que cuando entraba en trance y se le proporcionaban papel y lápiz, empezaba a trazar líneas y rasgos sin orden ninguno pero que poco a poco iban perfilándose en forma de figuras de plantas. Sabemos de ella que desconocía las más rudimentarias nociones de dibujo por lo que a juicio del redactor, parecía increíble que realizara estos dibujos con tal seguridad y rapidez en el estado de trance. La segunda hermana utilizaba otro método: la comunicación oral. No obstante, la referencia en la revista es por la fotografía que pudieron tomar de ella en plena sesión espírita y que se reproduce en la portada.
La identidad de estas dos jóvenes es desconocida. De hecho en los artículos apenas se mencionan datos sobre los nombres o direcciones de estas médiums para salvaguardar su identidad.
El siguiente caso es muy sorprendente. Aquí se trata de la crónica de un lector de la revista en la que cuenta su experiencia a través de una carta. El caso es que propuso a una viuda conocida suya, de la que intuía que tenía dotes mediúmnicas, que probase a realizar una experiencia espiritista. En un primer intento, alcanzó una especie de trance pero muy violento, pues al tocar la mesa dio un tremendo grito, huyó despavorida y con todo el pelo erizado. Probaron una segunda vez, cuando la médium estuvo más calmada, esta vez proporcionándole papel y lápiz. En este segundo trance, la mujer comenzó a escribir en el papel con letras muy grandes. De nuevo había sido una experiencia desagradable para ella y le volvió a producir malestar. No obstante, cuando los presentes leyeron lo que había escrito, se encontraron con esto: “No tengas miedo; soy tu protector; soy San Rafael”.
Repitieron la experiencia en más ocasiones y de nuevo obtuvieron mensajes del arcángel. Datada en el 20 de febrero de 1907 obtuvieron una larguísima comunicación que comenzaba así:
“San Rafael. Me llamáis, aquí estoy / Atención y escuchad: Si queréis ser felices mi consejo tomad. / Tenéis dudas, rencor: lo habéis de desechar, / y es preciso tengáis Fe, esperanza y caridad…”
El caso es que a los pocos meses la viuda volvió a contraer matrimonio y en ese momento cesaron las sesiones espíritas por lo que no volvieron a tener más supuestos mensajes de San Rafael.
El último caso sería el siguiente: según la revista se trataba de una distinguida señorita residente en Madrid y su historia se relaciona con la mediumnidad y el Espiritismo. Esta vez hablamos de una mesa parlante. Tras varios intentos por contactar con los espíritus con una pequeña mesa de pino, la médium se quedó dormida y entró en otro estado. Primero algunas conmociones y conatos de síncope, pero por fin entró en trance. Con los ojos cerrados intentaba hablar pero no podía. Pero balbuceando, logró por fin decir un nombre y un apellido de un joven que había muerto hacía un año de modo desgraciado.
En otra sesión pasó algo mucho más sorprendente. Esta vez se le facilitó papel y lápiz. Y tras entrar en trance comenzó a escribir una declaración:
“Soy (nombre y apellido), muerta el día tal del noviembre último… Enterrada viva. Cementerio de tal a las tal horas horroroso, horroroso. Ya me desenterrarán y lo verán”.
Después de esta comunicación la médium volvió a proporcionar más datos de identificación de esta persona: domicilio, estado civil y familia, diciendo: “he sido feliz en esa vida, pero lo soy mucho más ahora”.
Según afirmaba la revista, todos estos datos fueron confirmados. Y también aseguraban el total desconocimiento de ellos por parte de la médium.
Así que los temas de misterio que tan están hoy en boga ya se daban en el Madrid de comienzos del siglo XX.
DESAFÍO MISTÉRICA
Las mediums madrileñas han inspirado a Agustín Fonseca para brindarnos un nuevo “desafío Mistérica”.
Ten en cuenta todos los datos de este boletín para resolver este reto…
RECOMENDACIONES
Y vienen ya las recomendaciones que nos trae nuestro colaborador Ángel Martínez Villena. No te pierdas estas citas:
1.- Programa en vivo de "La Escóbula de la Brújula" en el Nuevo Ateneo Minerva, en calle Belianes, 12 de Madrid, el 27 de mayo, titulado "Hitos históricos de la Masonería”. Más información.
2.- VIII Congreso "Más Allá" en el Teatro Circo de Murcia. Los días 10 y 11 de junio. Con los principales ponentes del Misterio y con la grabación de "El Colegio Invisible". Más información.
3.- Charla, de la serie "Antropoloquio", de Jesús Callejo titulada "La búsqueda de lugares de poder". En el Café Barbieri de Madrid, calle Ave Maria 45. Más información.
4.- II Congreso "Toledo Mágico" los días 22 y 23 de septiembre en Toledo. Misterio y Magia en la ciudad imperial. Más información.
Y YA NOS DESPEDIMOS ESTA TEMPORADA…
Sí, llega el mes de junio y Mistérica Land cierra sus puertas por este verano. No puedo decir nada más que esta despedida quizá un poco anticipada es por una buena causa…
A la vuelta de vacaciones, en septiembre, a lo mejor te puedo dar una alegría.
A disfrutar en verano y recargar las pilas para una nueva y prometedora temporada.
Aquí se despide por ahora tu amigo:
Pedro Ortega